Un vecino moroso puede generar tensiones en una comunidad, especialmente cuando incumple el pago de cuotas o derramas en el plazo establecido.

Según la Ley de Propiedad Horizontal, existen diversas medidas legales para hacer frente a esta situación, como restringir el voto en las juntas de propietarios, prohibir el uso de servicios no esenciales o cobrar intereses de demora.

En casos más graves, se puede recurrir al procedimiento monitorio para reclamar la deuda.

Sin embargo, antes de tomar medidas extremas o recurrir a acciones judiciales, lo más recomendable es intentar llegar a acuerdos amistosos con el vecino moroso, ya que muchos impagos se deben a dificultades económicas temporales.

Ignorar la situación o no actuar de manera rápida puede agravar el problema y aumentar la deuda.

Por ello, es fundamental actuar dentro del marco legal, ofreciendo soluciones viables para ambas partes y evitar que la situación llegue a un conflicto irreversible.